martes, 4 de junio de 2013

“…la feliz ausencia de consenso interno…”, y la Sociedad Popular Restauradora.

Palabras claves; Cañones, Núcleo Duro, Negación de lo Inexplicable, conducta de enjambre, horror vacui.








Además, la nación carece de esos instrumentos del poder organizado, de esos fundamentos tan importantes de una Constitución, a que más arriba nos referíamos: los cañones.
Cierto es que los cañones se compran con dinero del pueblo: cierto también que se construyen y perfeccionan gracias a las ciencias que se desarrollan en el seno de la sociedad civil, gracias a la física, a la técnica, etc.
Ya el solo hecho de su existencia prueba, pues, cuán grande es el poder de la sociedad civil, hasta dónde han llegado los progresos de las ciencias, de las artes técnicas, los métodos de fabricación y el trabajo humano.
Pero aquí viene a cuento aquel verso de Virgilio: 
Sic vos non vobis! ¡Tú, pueblo, los haces y los pagas, pero no para ti! 
Como los cañones se fabrican siempre para el poder organizado y sólo para él, la nación sabe que esos artefactos, vivos testigos de todo lo que ella puede, se enfilarán sobre ella, indefectiblemente, en cuanto se quiera rebelar.
Estas razones son las que explican que un poder mucho menos fuerte, pero organizado, se sostenga a veces, muchas veces, años y años, sofocando el poder, mucho más fuerte, pero desorganizado, de la nación; hasta que ésta un día, a fuerza de ver cómo los asuntos nacionales se rigen y administran tercamente contra la voluntad y los intereses del país, se decide a alzar frente al poder organizado su supremacía desorganizada.


Ni Semiólogo ni Psicólogo; mi CV y antecedentes no me habilitan como idóneo en las materias antedichas.

Pero, desde muy jovencito, me enseñaron sobre el arte de “fumar debajo del agua”; y saber diferenciar entre ironía y sarcasmo.

Carlos Pagni, columnista de la “Orga mitrista”, es profundamente admirado por muchos que defienden ideas contrarias a él.

Más que de Política en si misma, el fondo de la cuestión es Literaria; CP es un retórico de primer orden, sucesor natural de Mariano Grondona, con todo lo que ello implica.

Veamos la figura retórica de referencia; “… una burla mordaz con la que se pretende dar a entender lo contrario o manifestar desagrado”.

Con independencia de algunas afiebradas interpretaciones que circulan por el oficialismo, y a pesar de la fractura que se verifica en la opinión pública respecto de su administración, Cristina Kirchner releva a las autoridades militares en un contexto muy saludable, en el cual cualquier conato de golpe sería imposible.

Por la densidad democrática del entorno internacional y, sobre todo, por la feliz ausencia de consenso interno.

Pero estas ventajas no deberían llevarla a frivolizar una interna de generales en una institución que debe estar verticalizada, para beneficio de ella misma, como comandante en jefe, y de la sociedad en general.

En el programa de Grondona, del domingo pasado, Jorge Asís hacia referencia a tiempos mejores.

Cuando para ser “Analista político de fuste”, se debía conocer las “tendencias” de Jefes y subjefes de Cuerpos de Ejercito, conocer las minucias de las Internas entre las tres FFAA, e incluso las diferencias entre Caballería e Infantería.

¡O tempora, o mores!, como reclamaba Cicerón, en su primera Catilinaria; cuando la Republica, y el Ordo Senatorial, disponía con mano firme de las Legiones; para imponer el Orden Natural de las Cosas a la Plebe incivil e ignara.

El Partido Militar, que Menem castro; y Duhalde, y la Mazorca, metieron en un baúl; sentándose encima de ella, cuando en el verano del 2001/2 TODA la Institucionalidad colapsaba.

La Argentina, balcanizada, modelo perfecto de Estado Fallido; donde la pequeña burguesía enardecida por el “corralito” perseguía, literalmente, al Patriciado.

Encarnado en la figura de Roberto Alemann, en plena City.

Como se dijo en uno de los comentarios de La Barbarie, a comienzos del auge de las redes digitales; “…el verano cuando las “opciones” eran Carrio, Duhalde o las piedras…”.

Parece tan lejano, pero solo pasaron una docena de años; y esas “opciones”, Carrio, Duhalde o las piedras…; hoy resultan francamente insignificantes e irrisorias.

Como se “Decreto” que la Historia comenzaba el 25 de Mayo de 2003 a las 10 de la mañana.

No se asume que el llamado Núcleo Duro, por Offos y Oppos, ya existía en los 80 y 90; tal cual descubrió Steven Levitsky a principios del 2000.

Encabezar con un desconocido, que media menos de DLS, apostando contra el Gran Norte, que jugaba para Menem.

Asumiendo que ARS pesaba en Cuyo y sur de Córdoba, mientras Santa Fe, Córdoba y la CABA se repartían entre las tres listas Pan Radicales, el Turco y lo que se pudiera “arañar”.

No se apostaba a ganar, ni siquiera a salir primero; sino a diputar el 2ª lugar con López Murphy; y la diferencia se tenia que lograr en el GBA; no menos de 400.000.

Para compensar los 3ª, 4º y 5ª lugares en otros distritos.

Claro, cuando no se entiende, o no se quiere entender; es tan fácil caer en la negación.

Yo conozco a los “muchachos”, decía MG la noche de la elección del 2003, los vengo sufriendo desde hace 60 años.

Por “arriba” se pueden matar; como lo suelen hacer el resto de los seres humanos.

Radicales, Socialistas, Liberales, Conservadores; que durante 20 años ni se dirigen la palabra, luego de “romper”, familias partidas que solo se reúnen para los velorios.

Donde los rencores se suspenden, para recibir el pésame, y luego continúan.

Los “muchachos” no actúan así, porque mas que los jefes se arranquen los ojos, se siguen encontrando por “abajo”.

Y cuando uno gana, los demás cierran filas.

No, yo se los digo, no van a romper; y si el santacruceño solo tiene tantos diputados y senadores que alcanzan y sobran con dos manos para contarlos.

Eso no es un problema, los “muchachos” enjambran como las abejas”.

Una de las mejores metáforas sobre la Argentina, cuanta que Dios se esmero en crearla; y cuando descanso, se dio cuanta que tanta perfección vacía sobresalía entre el resto de la Creación.

Así que llamo a Lucifer, y le dijo, hacete cargo; si podes.


Y el Príncipe de la Tinieblas creo a los peronistas, para poder dedicarse al resto de la Obra de Dios.