martes, 26 de enero de 2010

Artemio; Gambito paraguayo para empates catastróficos.


El notable estadígrafo y amigo, con una semana de aquellas por boquita, trae a colación unas declaraciones del vicepresidente boliviano.

http://rambletamble.blogspot.com/2010/01/ruptura-del-empate-catastrofico.html

http://rambletamble.blogspot.com/2010/01/para-leer-lineras-gramsci-cesarismo-y.html

Temas muy enriquecedores, si se saben por donde empezar.

1/ El empate SIEMPRE es catastrófico cuando se opera con estrategias de Movimiento, porque lleva a la Guerra de Posiciones.

2/ En esta ultima, que es la que recomienda Gramsci en Sociedades complejas y democráticas, el empate es el estado natural.

Con los flujos, y reflujos, electorales; es casi imposible el jaque mate, y mucho menos si se juega a propósito al jaque perpetuo. ;-P

3/ Mas que destruir al enemigo, se busca desgastarlo, para transformarlo en un negociador aceptable.

Si no se lo puede matar, hay que negociar, base fundamental del Consenso; la Distensión ruso-estadounidense gracias al MAD, Mao-Nixon, Sadat-Begin, etc.

4/ Eso no implica que se deje de disputar; pero las reglas son sutiles, se busca imponer la Sentido Común propio como Hegemónico.

5/ Es cierto que existe la posibilidad de que estén tan trabadas las fuerzas en Pugna, que se llegue a la inanición.

Siendo aprovechada por lo que ahora se denomina Cisne Negro, aquello que parece improbable, pero no imposible.

La sorpresa, ante su irrupción, es porque se confunden como idénticos ambos términos; Improbable = Imposible.

Es esta negación, una de las constantes de la Historia Argentina de los últimos 60 años.

El 17 de Octubre del 45 fue un gambito paraguayo, hacer clic aquí para ver el video.

Nadie quiere recordar el 19 de Setiembre del 45, la Marcha de la Constitución y la Libertad; primera gran manifestación de Masas de la Argentina Moderna.

Desde ese momento; tanto la Progresía, como la Reacción; han venido tratando por todos los medios concebibles, de regresar a ese día gloria Republicana.

Ha sido en vano, y será en vano; pues lo que se pretende es dejar afuera del sistema político a factores reales, y concretos, de Poder; que tienen autoconciencia de Si.

Que, para como de males, son muy concientes de la importancia de sujetarse a los “cuerpos orgánicos” de la Organización.

Una situación insoportable para los libre-pensadores, a menos que ellos ocupen la cima de la pirámide, por supuesto.

La mayoría de ellos, desconoce que son redes con muy limitada jerarquía, pues están estructuradas en base al resultado; son fundamentalmente meritocraticas, por eso se las compara con las hidras, no sirve de nada cortarles las cabezas.

El dilema de la Corte de Corazones frente al gato de Chesshire; ¿Cómo se decapita a una cabeza sin cuerpo, o a un cuerpo sin cabeza? ;-P

Vuelvo a lo elemental; que solo seamos capaces de “ver el espectro visible”, no significa que el espectro electromagnético sea imposible de experimentar; y/o manipular.

Pero, como esto ultimo, es un tema que viola todos los preceptos del Sentido Común Hegemónico Actual; ¿Ricardo Fort Presidente?, lo dejamos para mejor oportunidad.

PD; Para que el gambito paraguayo sea posible hay que tener Banco; quienes por exquisitez doctrinaria, y/o dogmática, carecen de este; se encuentran con una imposibilidad de facto.

Siempre son la misma ½ docena de figurones, que ni siquiera se soportan entre ellos, mas Maipo que Olimpo.

Recuerdos del Futuro 3.


Un gesto en la interna de la Alianza

De la Rúa colocó a un alfonsinista en un puesto clave del área social

El jujeño Gerardo Morales reemplazó a Felgueras en la Secretaría de Desarrollo

* Será el viceministro de Fernández Meijide

* Es un hombre muy cercano al ex presidente, últimamente crítico con el Gobierno

* Emotiva despedida

Sábado 22 de julio de 2000


"Soy un alfonsinista, desde lo afectivo hasta lo político", confesó ayer el nuevo viceministro de Desarrollo Social, Gerardo Morales, mientras sus tres hijos, su esposa y su madre, recién llegados de Jujuy, se sacaban fotos con los espejos del lujoso Salón Blanco como fondo.

Fue tan sólo 15 minutos después de que el Presidente le tomó juramento como reemplazante de Cecilia Felgueras, en lo que se interpretó como un gesto de De la Rúa hacia el titular de la UCR, Raúl Alfonsín.

La confesión de este contador público de 41 años, que nació en Salta pero que pide que lo consideren jujeño, se escuchó por lo bajo en el lujoso Salón Blanco de la Casa de Gobierno, cuando un periodista le preguntó cuán cerca estaba del ex presidente Raúl Alfonsín.

Morales tendrá ahora a su cargo una tarea doble: mantener el frenético nivel de actividad de Felgueras y dedicarse a recorrer el país de punta a punta para prevenir nuevos estallidos sociales.

Así se lo dijo el propio Presidente anteayer, durante una reunión con la ministra de Desarrollo Social, Graciela Ferrnández Meijide, y la propia Felgueras. "No importa que no siempre puedas llevar plata o soluciones concretas; a veces con una palabra alcanza para demostrar a la gente que el Gobierno está cerca de ella", le dijo De la Rúa.

Entre sus futuras acciones, Morales buscará coordinar sus tareas con el ministro de Infraestructura y Vivienda, Nicolás Gallo, que anteayer lanzó un programa para crear empleo por medio de la construcción y compra de 100.000 viviendas.

Antes de tomarle juramento, De la Rúa se tomó unos minutos para agradecer la labor de Felgueras en el Ministerio de Desarrollo Social. "Dedicó su mayor esfuerzo y cumplió con una labor brillante", dijo, antes de estrecharla en un emocionado abrazo.

Fidelidad

"Desde lo afectivo hasta lo político", repitió Morales al graficar su devoción por Alfonsín. Hasta ayer, el flamante funcionario jujeño había manejado las cuentas del Comité Nacional de la UCR. Pero aclaró: "También estoy con este proyecto de la Alianza, por el que trabajé ladrillo tras ladrillo y que es la esperanza de los argentinos".

"Y a De la Rúa, ¿de dónde lo conoce?", quiso saber La Nación . "Desde hace bastante. El siempre tuvo una muy buena acogida en Jujuy, desde la época en que su padre (Antonio de la Rúa) fue interventor de la provincia durante ocho meses, en 1963", recordó el flamante funcionario.

La idea de que De la Rúa cedió un puesto clave de su gobierno a un hombre de Alfonsín para calmar los ánimos del ex presidente (que la semana última había dicho que la gestión aliancista es algo "lenta") fue rápidamente descartada por fuentes con acceso directo al despacho presidencial."De la Rúa siempre dijo que para reemplazar a Cecilia (Felgueras) quería a alguien del interior y, de ser posible, del norte del país", subrayaron.

Morales fue candidato a gobernador de Jujuy en dos ocasiones: en 1995 y el año último, cuando perdió en una dura pulseada contra el peronista Eduardo Fellner.

"Morales ha dado luchas democráticas de extraordinario vigor en nuestra querida provincia de Jujuy _dijo De la Rúa antes de tomarle juramento_. Y esa elección en Jujuy acabó casi en una situación de discusión y de conflicto", deslizó, mientras el gobernador Fellner, especialmente invitado por Morales al acto, lo escuchaba desde un costado.

Para preparar el terreno en esa provincia empobrecida, Morales llamó a su antiguo contrincante tan pronto como se enteró de que sería el viceministro. Fellner se tomó el primer vuelo a Buenos Aires y lo estrechó en un abrazo ante la mirada satisfecha de De la Rúa.

Gabriela Litre


http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=25761



Recuerdos del Futuro 2.

Cada semana se publica en la revista Noticias un nuevo capítulo de la historia de la Alianza por Rodolfo Terragno.
En esta nueva entrega, el plan político interno que en sus manos tuvo Fernando De La Rúa, redactado por quien sería el primer Jefe de Gabinete, y no se atrevió a aplicar.

Vaya a saber por qué, nos hemos acostumbrado a llamar “transición” a un interinato o a una espera.

La palabra, en su acepción latina, significa “pasar más allá”, y se aplica a la “transformación”; al “cambio”. La Real Academia quiere que se la use para designar “la acción y el efecto de pasar de un modo de ser o estar a otro distinto”.

El 12 de agosto de 1999, cuando fui a verlo a De la Rúa, le llevaba un plan para organizar una transformación.

Faltaban 73 días para las elecciones y 120 para que entráramos a la Casa Rosada. Nadie dudaba de nuestro triunfo, y nosotros teníamos cuatro meses para preparar ese pasaje de un estado a otro distinto.

Eran, para De la Rúa, tiempos de ajetreos y frenesí proselitista. Habría sido inútil entregar el plan en la forma de un grueso volumen. Opté por una sinopsis presentada en PowerPoint.

El primer archivo se titulaba “Preparación para el Gobierno” y enumeraba lo que –creía yo-- debíamos hacer entre ese instante y el 10 de diciembre. La diapositiva de apertura decía:

·“Quedan solamente 120 días.
· Recibiremos la caja vacía.
· Debemos elegir —ya-- a los 100 futuros funcionarios clave.
· Lo ideal: tenerlos trabajando full time y a sueldo; no en los “ratos libres” y como voluntarios.
· A falta de eso: “directores de equipo”, con tareas asignadas y responsabilidad personal ante el candidato.
· No producir “diagnósticos” ni “documentos” sino decretos y leyes indispensables para firmar al minuto de haber asumido.”


El archivo siguiente era: “Con la decisión de gobernar ocho años”. El texto partía de una premisa: “Si el siguiente período no es encabezado por De la Rúa, no será encabezado por ningún otro dirigente de la Alianza”. El razonamiento, que luego repetí a La Nación, era sencillo y tajante:

· “Si la gestión de los primeros cuatro años es exitosa, en 2003 habrá reelección”.
· Si la gestión fracasa, en 2003 habrá, otra vez, justicialismo. O algún Chávez”.


No se trataba de cometer el pecado de gula electoral. Así no estuviere pensando en la reelección, De la Rúa debía iniciar su gobierno con la fuerza, los planes y el equipo de quien se apresta a un largo liderazgo. Era necesario que se impusiera a sí mismo (e impusiera a los demás) la meta más ambiciosa. Hasta las medidas de coyuntura debían ser parte de un plan de largo aliento, 1999-2007.

Por si los argumentos “abstractos” no lo persuadían, agregué uno bien “concreto”: “Notificar que el objetivo es el 2007 prevendrá las internas que (si se considera el breve período 1999-2001) podrían darse en la Alianza y hasta en el gobierno mismo”.

Aquél plan exigía:

1. “Concentrar poder en el Ejecutivo” . De la Rúa carecería de las ventajas que había tenido Menem: mayoría propia en ambas Cámaras del Congreso, gobiernos provinciales –en su mayoría— afines, y sindicatos dóciles.

Los justicialistas recordarían, de repente, la “atenuación del poder presidencial”: una serie de cortapisas constitucionales que (para lograr su reelección) Menem había aceptado en 1994; pero que, con el Ejecutivo y el Legislativo en manos del PJ, había quedado en el olvido.

El PJ no sólo querría transferir funciones del Ejecutivo al Congreso. También trataría de “descentralizar” decisiones, en favor de las provincias; y fortalecer los entes reguladores, en detrimento de las Secretarías y otros órganos del poder administrador.

Entre mi sugerencia había criterios generales (“favorecer a las provincias, no a los gobernadores”) y recomendaciones precisas; como la de impedir que se creara un “super-ente regulador”, postulado desde el PJ como órgano “plural” y “estable”, pero destinado a convertirse en un Ministerio de Obras y Servicios Públicos, paralelo y fuera de control.

2.“Ampliar la base de apoyo parlamentario”. La renovación parcial del Congreso –donde el PJ tenía mayorías abrumadoras— obligaría a “cohabitar”. Las proyecciones de los encuestadores sugerían que la Alianza no tendría quórum propio en Diputados (128) y que el PJ se quedaría con 55% de las bancas del Senado. El plan que le presenté a De la Rúa consistía en:

· “Dar un giro a la campaña electoral y promover intensamente, en cada distrito, a nuestros candidatos a legisladores nacionales.
· Concentrar esfuerzos en aquellos distritos donde estamos más cerca de obtener una representación adicional.
· Una vez constituido el nuevo Congreso, procurar acuerdos orgánicos con partidos provinciales e independientes con representación parlamentaria.
· Mientras se mantengan unidos, y actuando siempre a la luz del día, negociar con los senadores y diputados del PJ.
· En asuntos donde ellos muestren fisuras, dejar que sus contradicciones se manifiesten”.


3. “Disciplinar a los bloques” . La reconversión de nuestros bloques (que debían pasar de opositores a oficialistas) no admitía demoras. Antes del 10 de diciembre, “todos nuestros legisladores nacionales deberían suscribir un Compromiso de Acción Parlamentaria, sobre la base del programa de la Alianza”. Los presidentes de ambos bloques –a mi juicio—tenían que asegurar el cumplimiento de ese compromiso. “Dada nuestra posición minoritaria en el Senado (y el equilibrio inestable que habrá en Diputados) no podemos permitirnos el lujo de alimentar individualismos. Frente a temas controvertidos, deberá haber discusión en los bloques, pero luego cada legislador deberá votar como lo haya decidido la mayoría”.

4. “Colocar a la Alianza bajo el liderazgo del Presidente” . Después de un gobierno fuerte (el de Menem) y dada la situación institucional (Congreso opositor, la mayoría de las provincias en poder del justicialismo), el Presidente necesitaba tener, en su propia fuerza, un liderazgo no cuestionado. “No puede haber dobles lealtades. La Alianza en pleno debe responder al Presidente de la República. Hay que plantearlo muy claramente desde el principio. La Alianza todavía no es distinta de los partidos que la componen; pero todos deben aceptar que el Presidente está por encima de cualquier lealtad partidaria. Lo mismo debe quedar claro a todos los sectores internos de la UCR”.

De la Rúa, en síntesis, debía: ejercer a pleno las funciones del Ejecutivo, ingeniárselas para “cohabitar” con la oposición sin caer en sus manos, y asegurarse el firme respaldo de la Alianza.

No se trataba, sin embargo, sólo de sujetar bien fuerte las riendas del gobierno. Según mi propuesta, De la Rúa tendría que responder, lo antes posible, a dos demandas: higienización del Estado y recuperación económica.

Ante todo, su asunción debía marcar una frontera entre la corrupción y la decencia. “En el campo de la ética es donde más posibilidad hay de dar respuesta rápida”, decía mi escrito.“Para eso se necesita:

· Una austeridad ostentosa.
· Un Código de Ética Pública y un órgano de aplicación con plenos poderes.
· Presión sobre el Ministerio Público para que se vea obligado a actuar de inmediato ante cualquier caso de posible corrupción, sea de funcionarios o ex funcionarios.
· Rechazo de cualquier negociación política que implique impunidad.
· Cuidado con la teoría de los “casos paradigmáticos”, que puede derivar en el mero sacrificio de “chivos expiatorios”.
· No persecución indiscriminada.
· Urgente ratificación de la Convención Anti-Corrupción de la OCDE.
· Adecuación de las leyes nacionales a esa Convención: standards de contabilidad y medidas para prevenir la contabilidad paralela, falsas entradas y falsa documentación.
· Extradición por cohecho.
· Movilización comunitaria, promovida desde el gobierno, en favor de la transparencia en todos los órdenes de la vida social.”


Un gobierno fuerte y cristalino era indispensable para enfrentar lo que se avecinaba. Sin embargo, ese gobierno se mostraría impotente si no asumía con un plan económico y una estrategia para resistir las presiones de los mercados.

El último archivo de PowerPoint estaba destinado al tema:

· “Con convertibilidad, no se puede tener déficit fiscal. Si hay déficit, hay que vender activos (ya se vendió casi todo) o salir a buscar dinero prestado.
· Cuando un gobierno sale a buscar dinero, queda preso de los mercados. Ceder a las presiones, no resuelve sino que agudiza el problema: como ocurría con los planteos militares al gobierno de Frondizi, cada concesión alimenta una nueva demanda.
· Hay que equilibrar las cuentas públicas y reducir, así, la dependencia. La disciplina fiscal es, hoy, progresista.
· La mejor manera de equilibrar las cuentas públicas es actuar por el lado de los ingresos: políticas activas para aumentar el producto y plan para combatir la gran evasión impositiva (50% de la recaudación).
· Negociar con gobiernos nacionales, organismos internacionales y acreedores; no quedar, como hoja al viento, dependiendo enteramente de los mercados financieros.”


De la Rúa me dijo que el plan era “muy bueno” pero, por dichos de otros supe que le parecía inaplicable.

Nombrar un equipo de 100 “futuros funcionarios” era un ejercicio “costoso” que, además, podía provocar una “interna prematura”. La palabra “reelección” no debía ni ser pronunciada: nos indiferenciaba de Menem, a quien habíamos descalificado por aferrarse al poder. El panegírico del “Presidente fuerte” sonaba “acomodaticio” en nuestras bocas, de las cuales habían surgido infinitos alegatos en pro de una democracia “semi-parlamentaria”. Oponernos a la “descentralización” era “borrar con el codo” lo que habíamos “escrito con la mano”. Forzar un liderazgo único era exponerse a acusaciones de “personalismo”. Imponer una “férrea disciplina parlamentaria” era, además de irrealista, incongruente con el espíritu abierto de la Alianza. Trazar una estrategia para soslayar a los mercados financieros era “poner la cabeza en la guillotina”.

Las consecuencias de lo que no se hizo, son inverificables. Hay sólo un indicio a favor de aquél plan desechado: De la Rúa hizo todo lo contrario y, a poco de asumir el gobierno, su poder empezó a diluirse.

13 de Julio del 2002, Revista Noticias.

Recuerdos del Futuro 1.

Palitos chinos. Una fuerte discusión tuvo lugar entre varios economistas, entre los que se encontraban Miguel Angel Broda y Roberto Alemann y el titular de la CGT dialoguista, Rodolfo Daer.

Broda: -No nos engañemos, Daer, el almacenero vendía 19 por ciento más caro que lo que vende el aceite Molinos en el supermercado. A nadie le gusta...

Daer: -¿Y por qué cierran las fábricas?

Broda: -Porque la Argentina estaba en un proceso de cambio que en el medio del proceso de cambio, se destrozó el nivel de ...

Daer: -El año pasado... ¿cuántas fábricas se fueron en los últimos tiempos? El proceso de desindustrialización que viene sufriendo la Argentina...

Broda: -Hay 750 millones de chinos de fuerza laboral. El mundo se hace cada día más chico. No hay forma de hacer que las zapatillas se hagan en la Argentina y las camisas se hagan en la Argentina como no hay forma de hacer en ninguna parte del mundo.

Daer: -En la globalización, en la mundialización, es ahí el Estado. El mercado es para los ricos. ¿Y para los sectores medios y bajos es el Estado? Existe en Estados Unidos, en la Unión Europea, las políticas activas en defensa de la producción y del empleo porque si no se defiende la producción, no hay empleo. Y si no hay empleo, no hay consumo. Y si no hay consumo: pobreza, marginalidad, drogadicción, alcoholismo, prostitución. Esto es lo que está pasando en nuestro país.

Alemann: -Nada de eso. Cámbiese de país si usted cree que es así.

Daer: -¿Cómo que no?

Alemann: -No... ¡Por favor!

("A dos voces", miércoles 20, TN)

* * *

Confesión. Machinea entendió que ya es momento de que los argentinos sepan la verdad.

Bonelli: -¿Si no hubiera salido el blindaje, cómo era la Argentina de hoy?

Machinea: -Yo creo que hubiera sido un desastre. Sinceramente. Ahora lo puedo decir.

Sylvestre: -¡Qué sincero!

Machinea: -Ahora lo puedo decir con sinceridad.

("A dos voces", miércoles 20, TN)

* * *

Televoto, una cuestión de Estado. Pou, presidente del Banco Central de la República Argentina, se había presentado en "Hora clave" para sentar su posición en contra del televoto. Sobre todo el de aquel día donde el actual ministro de Economía, José Luis Machinea perdió frente a López Murphy y Cavallo. Pedro Pou no podía entender las explicación de Grondona: "Opinamos". Luego, aparentemente sin que Pou estuviera advertido, apareció el diputado aliancista Gustavo Gutiérrez. Se sentó a la mesa donde estaba Pou y comenzó:

Gutiérrez: -En un momento en que estamos hablando del blindaje financiero y la situación financiera de la Argentina, hablar del lavado de dinero es un tema mucho más importante que el televoto. Me parece que es un desperdicio intelectual y un desperdicio público que un funcionario de la categoría del presidente del Banco Central esté hablando de un tema menor, sobre la validez del televoto. (...) Y en realidad acá hay un tema de lavado de dinero que es serio. A mí me toca porque he investigado la compra del Banco de Mendoza. El Banco de Mendoza cayó y dejó a la provincia de Mendoza en la peor crisis financiera que ha tenido en toda su historia y a nuestro juicio fue un banco que estaba en operaciones de lavado de dinero, que el Banco Central en su línea técnica estaba en conocimiento porque hay informes del Banco Central, de los inspectores...

Pou: -¿Me perdona una interrupción? Es precisamente ese delito el que acabo de denunciar hoy día a la Justicia: el haber sustraído esa información. Porque esa información usted no me la ha pedido a mí. Se la hubiera suministrado con mucho gusto como diputado nacional. Usted ha sacado...

Gutiérrez: - (superponiéndose) Yo no tengo por qué suministrarle ni pedirle información a usted.

Pou : -...esa información es secreta, está bajo resguardo del secreto por el funcionario. Entonces, usted es copartícipe de un delito, el de sustraer, el de violar un secreto.

Gutiérrez: -Señor presidente, le insisto que, con todo respeto, yo no voy a ir a buscar al zorro en el gallinero para determinar a dónde están los delitos de lavado de dinero. Yo creo que usted tiene una responsabilidad...

Pou: -La ejerzo.

Gutiérrez: -...sobre el lavado de dinero. Y creo que la ha ejercido mal o no la ha ejercido.

Pou: -La he ejercido.

Gutiérrez: -Señor presidente, con todo respeto, le vuelvo a repetir...

Pou: -Usted está usando los elementos de la denuncia que nosotros hemos formulado ante la Justicia.

Gutiérrez: -No realizó ninguna denuncia. Nosotros hemos realizado una denuncia de cien páginas (Pou se ríe y se agarra la cabeza) sobre informaciones del Banco Central hace cuatro años y usted, después de que la diputada Elisa Carrió valientemente ante el Consejo de la Magistratura suministró información, ha realizado la denuncia...Entonces me parece...

Pou: - (se superpone) Hace unos cuatro meses el procurador del Tesoro tiene...

Gutiérrez : -... me parece que el televoto es un tema para humor fashion, para "Café Fashion", cuando tenemos estos temas en la mesa.

Pou: -El doctor Grondona tuvo la gentileza de invitarme a hablar de ese tema y no de lavado de dinero. Si hubiera sido de lavado de dinero, no hubiera concurrido.

("Hora clave", jueves 21, Azul TV)

Pablo Gorlero
Con la colaboración de Miriam Molero


Sábado 23 de diciembre de 2000