miércoles, 6 de mayo de 2009

29J, el fondo de la cuestión.


El primer día hábil después del megaacto kirchnerista de Moyano, el disparatado Luís Barrionuevo trastornó la vida de los porteños sólo para comunicarle al Gobierno que hay un sindicalismo antikirchnerista.

Colectivos de buen diseño, gorras y camperas del sindicato gastronómico acompañaron los disturbios de anteayer en una patética exhibición de dispendio de recursos.

Los gastronómicos tienen problemas para llegar a fin de mes, pero el sindicato de Barrionuevo exuda riqueza.

 

¿Cual es la orientación ideológica del autor?

Kirchnerista antipejotista.

Progresista de la CABA.

Socialista rosarino.

Intelectual de la CC.

Directivo de la FUBA.

Orgánico de la CTA.

El CP de la UCR.

Vocero de la FAA.

Ripoll, Altamira, Zamora, Castells.

 

Esta expresión del sentido común hegemónico, entre los Sectores Medios Urbanos no Clientelizados, fue pronunciado por uno de los Analistas estrellas del Establishment.

A primera vista la queja esta relacionada con la persona y sus métodos.

Salir a armar bardo en Barrio Norte escandaliza a los porteños, además de provocarles molestias en su libertad de circulación.

Barrionuevo no es Lula, aunque este último pesque al vuelo los varios niveles políticos de las medias tomadas.

Vamos a darle un una mirada.

1/ Diferenciación y posicionamiento en la Interna General.

No hace falta explicarlo, es de público conocimiento el alineamiento.

2/ Ídem dentro de la Interna del MOO.

En el acto de la 9 de Julio, Moyano demostró que es la fracción con mayor poder relativo, por su capacidad de organización y movilización.

No importa quien gane el 28J, no se lo puede ignorar; por eso solo hay dos alternativas, sentarse para negociar el toma y daca, o sacar los tanques a la calle.

Barrionuevo sabe que no puede compararse en ese nivel, así que responde de la única manera que puede, troskeandolo.

Corriendo por izquierda, en los métodos de lucha, suele ser un llamado de atención para que no te dejen afuera de la mesa.

3/ La disputa distributiva.

Este es el fondo de la cuestión; aquí los ministerios, las gobernaciones, las diputaciones, etc.; son secundarios.

Con o sin recesión hay que discutir la torta; quien, o quienes se van a quedar con las plusvalías de los próximos dos años.

Ambos, de diferentes maneras; señalaron que es inadmisible volver pagar los costos, después que las patronales acumularon durante 6 años con pala.

No tiene nada que ver con los alineamientos políticos, o principios revolucionarios, es una cuestión de plata en el bolsillo.

Si no hubiera, como en el 2001, se puede pilotear; pero si hay, solo queda ponerla.

En palabras del Compañero Hard, que tiene mucha mas autoridad que yo en el tema.

“Pero Barrionuevo, pidió, (oh horror) paritarias.

Como se le ocurre pedir ante el caos que se viene, que le den salario a los trabajadores, debe estar loco.

Debe haber perdido la razón.

……………………

Las cuentas no cierran y un sindicalista le guste o no le guste al público en general, no tiene más ocurrencia que pedir abrir el convenio colectivo de trabajo para pedirles a los empresarios aumento de sueldo”.

¿Qué significa pedir abrir las paritarias?, gracias al compañero Siri de Datos Duros tenemos una respuesta clara y concreta.

“Si hacemos las cuentitas, calculando cuánto debiera haber aumentado el ingreso si éste hubiera seguido los aumentos de productividad, si comparamos esta cifra con el ingreso efectivamente percibido, si hacemos la diferencia en cada mes, y si la sumamos a lo largo de todo el período, tendremos cuál debiera ser el ingreso de Pérez hoy (bueno, en el 1º trimestre de 2007), y cuánto es todo lo que debería haber recibido (el retroactivo).

Así que…

W: Así que ya ve señor, vamos a tener que ir de $1.037 a $1.117.

Poca cosa, un 11,25%, pero además tenemos unos 11.000 mangos acumulados desde la devaluación hasta ahora, de los aumentos de productividad que Usted no pagó.

No se puede quejar, todavía no hablamos de la inflación de éste año…”

Luisito no es, ni será, un revolucionario; pero nunca pondrá la cabeza en el tajo por sus aliados políticos.

Ese dato, sumado a los reclamos inevitables que se asoman, es lo que les pone los pelos de punta al Establishment y sus voceros.

La pesadilla tiene nombre y apellido, Julio de 1975, pero ahora no tienen el partido militar para que los rescate del populismo sindical.

 

La imagen es de aquí.