jueves, 6 de diciembre de 2007

Cumpla, donde y como pueda, las presentes instrucciones

Pocos movimientos políticos cargan con la paradoja de ser simultáneamente acusados de Verticalistas y caóticos.

En el peronismo se dio en varias oportunidades la discusión sobre la conveniencia del Centralismo Democrático.

Porque no jodamos, el modelo de disciplina partidaria era el leninismo.

Sucedió en los 40 y los 70.

En los 80 se combino con el democratismo burgués de los radicales, en la Reforma Renovadora.

Menem lo intento con el equipo de los “Altos del Golan” y los ATN, puenteando a los Gobernadores.

En lo que va de la Administración K, ya van dos intentos fracasados y 1 ½ en ejecución.

Transversalidad y Pluralismo quedaron en la historia.

Pacto y reorganización del PJ, están por verse.

¿Cómo nace esta rara mezcla de desorden organizado?

Existe un librito de principios de los años 30, Manual de las pequeñas Conducciones.

Específicamente escrito para Suboficiales que deben luchar en las zonas montañosas.

Donde es imposible mantener contacto con la conducción y las agrupaciones están limitadas a sus propios recursos.

La libertad de acción, la confianza en el criterio de los subordinados, y la voluntad de cooperación; es la base este pensamiento estratégico nacido en Caporetto.

Unos años mas tarde, 1937, el desconocido capitán alemán protagonista de la batalla, publico Infanterie Greift An (La infantería ataca).

Gonzalo Rosas Berardi, autor chileno, nos informa de las modificaciones que se estaban realizando en aquella época en el Ejercito alemán.

Von Seeckt se encargó además de reformar la instrucción de sus tropas, reduciendo al mínimo las prácticas de cuartel y los ejercicios de orden cerrado, reemplazándolos por frecuentes ejercicios tácticos en terreno y prácticas deportivas que incentivaran el desarrollo de un sentido de compromiso, autodisciplina, trabajo en equipo, audacia y liderazgo en sus soldados.

Las relaciones de los oficiales con sus hombres no podían ser más diferentes de la distante posición del aristocrático oficial prusiano de la preguerra, después de todo, se necesitaba de un equipo que trabajara en estrecha coordinación para obtener resultados en el nuevo ejército de los cien mil y la rígida sujeción a órdenes y reglamentos no produciría el efecto deseado.

Estas Teorías son las que llevaron a Perón a considerar natural la autonomía y autarquía de las agrupaciones sindicales y políticas que lo apoyaban.

Tomaba la política como si fuese una operación militar en los Andes, en los años 30.

Donde la comunicación y las líneas de mando claras y precisas eran imposibles.

Se renunciaba al Control, tan preciado por militares y marxistas, y se asumía la Conducción.

Que depende del criterio y comprensión de los conducidos.

Solo se señalaba el objetivo estratégico, las formas tácticas de llegar hasta él dependían de los que estaban en el Campo.

La Directiva mas clara de esta metodología es la de Enero de 1956.

“Cumpla, donde y como pueda, las presentes instrucciones, Saque copias y hágalas circular”

Con estas palabras terminaban Directivas Generales para todos los Peronistas

¿Y el verticalismo?

Esa versión Bastarda del Centralismo Democrático Leninista

La conducción debe ejercer sobre todas las fuerzas -sin violencia- su acción persuasiva, que es lo que trato de hacer yo.

Es decir, que el que conduce el conjunto debe ser una suerte de Padre Eterno que bendice urbi et orbe, e influenciar a todos para que esa bendición los alcance en forma de encaminarlos hacia el objetivo y desviarlos de los objetivos sospechosos, que sostienen intereses parciales, porque en política, sobre todo en el ambiente dirigente, es donde están todos los problemas; en la masa no hay ningún problema.

El Verticalismo no es más que una exigencia de las bases para arbitrar en las disputas.

Muerto Perón, quien lauda es el Pueblo, en las elecciones generales.

Todas las reflexiones anteriores son para entender que sucedió en el Caribe el domingo.

En Venezuela se cometieron todos los errores posibles, el sectarismo y la exclusión entre ellos.

Para darles una idea cabal copio unos párrafos de José Amorin.

En cambio, las FAR hasta su fusión con Montoneros, construían hacia adentro, seleccionaban sus cuadros no tanto por su representatividad política como por su solidez ideológica aunque carecieran -y esto era lo habitual-de experiencia política, en la medida de lo posible les proporcionaban una rigurosa instrucción militar -la cual por necesidad siempre era precaria-, consolidaban y desarrollaban su aparato armado y, en la práctica, limitaban su trabajo político a la universidad.

Un trabajo político que no estaba tanto destinado a desarrollar un frente de masas como a reclutar cuadros para su organización políticomilitar.

Por lo tanto si discriminas a los que tienen representatividad política, reemplazándolos por los que tienen solidez ideológica aunque carecieran -y esto era lo habitual-de experiencia política; lo mas natural es que los primeros se queden en casa.

Desbandándose mas del 40% de la fuerza propia.

Un error que espero no cometan en la próxima reorganización del peronismo, aunque sea solo la herramienta electoral.

La Batalla de Caporetto, tambien influyo en la cultura popular.

El mariscal Cadorna presumiblemente dio origen al vocablo lunfardo (dialecto de Buenos Aires) "Cadorna" que significa "de mala calidad" (p.e. "este televisor es una cadorna").

Se supone que los italo-argentinos desilusionados con el desempeño del mariscal asociaron el apellido del militar a pobres cualidades en general, y de ahí la etimología de la palabra.

La palabra "Cadorna" junto con variantes como "Cadorcha" ["Cadorna" combinado con "Garcha"(falo)] aun se usan en el dialecto porteño.

http://es.wikipedia.org/wiki/Luigi_Cadorna