miércoles, 3 de octubre de 2007

Fiscalizando por un sueño



El Espíritu Cívico es lo que diferencia a un subdito de un Ciudadano Libre.

Pretenciosas palabras de los 60 para educar democráticamente, a una juventud que solo conocía la proscripción y la farsa partidocratica.
Compromiso tenia mas Punch, en esos tiempos de Revueltas y Revolución.
Catorce o Quince años, ya eramos veteranos en preparar ferrite y llevar baldes llenos hasta 1/3.
Eramos extraños de pelo largo, con fuego en la mirada y un poco de insatisfaccion.
Política y hormonas, mala fariña, para el pensamiento profundo.
Roque Narvaja, lo expreso mucho mejor años después.

Hoy a 36 o 37 años de distancia, ya no repudio a la partidocracia y le encuentro sentido a la frase.
Aunque sigo prefiriendo el Compromiso, reconozco el valor del Espíritu Cívico.
Ya no se trata de ser súbdito, solo un Consumidor que dígita teclas.
Comida, llamas por el móvil.
Pago de facturas, pago electrónico.
Reclamos por servicios insatisfactorios, elija la opción, si tiene suerte un call en Filipinas le atenderá.
Llegar al voto electrónico seria el colmo, podríamos terminar votando con el móvil.
0600LILI, 0600KRIS, 0600RHLM, 0600PHPC, etc.
Con Marcelo como fiscal general; JMS, MG, SyB, NC como jurado.
Jorge Lanata no participa por lo escaso, no se sabe si es por protagonismo o el cachet.
¿Se imaginan a Carrio y Fernandez de K, haciendo el baile del caño, en lugar de debatir la distribución?
¿O a Lavagna y Lopez Murphy bailando breakdance, en lugar de verbalizar derivadas?
Todo es por temor al cuerpo, lo concreto, que por definición es difícil de manipular.
La fantasía virtual y su política mediatica es incapaz de controlar los fiscales.
Son necesarios 75.000 para cubrir todas las mesas del pais, un 0.3 % del total de empadronados.
Con 3 candidatos que los tengan, el 1% participaría en la magna contienda.
Demasiados ojos ojos escrutadores para realizar los pases mágicos.
Demasiadas voluntades para convencer sobre la Justicia de la Causa.
Demasiadas ansias de venganza ante la traición o la incompetencia.
Demasiada humanidad que se considere con derecho a reclamar un medicamento o unos útiles, para los pibes.
Muchos años pasaron desde la agitada adolescencia, menos pelo y mas panza.

Yo quería ser mayor
Quería ser mayor
Quería ser un hombre habilitado
Ya no quiero ser mayor
No quiero ser mayor
Prefiero ser un niño enamorado
Un agradecimiento a los amigos Mendieta y Mensajero, que me recordaron vivencias.

Contagio peronista en Chile





¿Esta maduro Chile para la Justicia Social?