miércoles, 11 de abril de 2007

Las alianzas como Estado de Necesidad.

Permitanme jugar con la Necesidad y el Deseo para analizar lo que esta sucediendo en la ciudad de Buenos Aires.

Como hablamos de política moderna no me voy a referir a la “Filosofía” de lo necesario, sino a la “Mayéutica de café”

Por principio las necesidades no se crean, existen.

Lo que se crea o fomenta es el deseo.

El papel del marketing es detectar necesidades, que puedan transformarse en oportunidades de negocio, producir satisfactores (productos y/o servicios), y despertar el deseo por dichos productos o servicios, es decir convencer al consumidor que la mejor opción para satisfacer dicha necesidad es el satisfactor desarrollado por la empresa.

Nos han convencido que deseamos una estructura política racional y moderna.

Izquierda, centroizquierda, centroderecha y derecha.

Donde uno y otro extremo no tienen nada en común.

Con solo escuchar el enunciado de una iniciativa podes catalogar el origen ideológico.

Las respuestas deben provenir de sesudos grupos de trabajo, aislados para no ser perturbados por la realidad.

Que como sabemos es deforme, incomoda, huele mal y lo peor de todo, es brutal.

Esta brutalidad inevitable, es la que obligo al poeta exclamar “No nos une el Amor, nos une el Espanto”.

El espanto como temor a desaparecer, a tener que rendir cuentas, a confirmar que se es una cáscara vacía.

Los efectos de Marketing son como la bicicleta financiera, tenes que pedalear cada vez más rápido, porque las apuestas en el aire crecen en forma exponencial.

Hasta que llega el agotamiento inevitable, y aceptar esa realidad imperfecta.

Con ella, empiezan las justificaciones.

Aquí es donde entra majestuoso el Estado de Necesidad.

……su fundamentación gira en torno a la posibilidad que el Derecho otorga al particular de dañar o poner en peligro un bien jurídico determinado con el objetivo de salvar otro bien jurídico de igual o mayor trascendencia jurídica.

Existe una alta probabilidad de daño para el bien jurídico a proteger.

Tal peligro habrá de ser suficiente como para motivar la actuación del hombre medio ideal.

Además, el peligro habrá de ser objetivamente real, de manera que no cabe aplicar la causa de justificación de estado de necesidad en el supuesto de que tan sólo exista la creencia subjetiva de que existe peligro.

No obstante, en este supuesto podría considerarse la existencia de un error sobre la causa de justificación, o la exculpación por existencia de miedo insuperable.

Hay que destacar también que el hecho de que sea una creencia fundada o no determinará si existe o no error invencible.

Además el peligro de ser destruido o dañado ha de ser inminente, es decir, no puede realizarse de forma preventiva.

Por otro lado, este peligro real ha de motivar la actuación salvadora impulsada "por un estado de necesidad", provocando así una situación de conflicto entre intereses en la que se daña otro bien para salvar el bien jurídico en peligro, realizando así una conducta típica que en el supuesto de aplicar la causa de justificación no sería antijurídica.

La acción típica que busque salvar un bien jurídico dañando otro acorde a un estado de necesidad habrá de tener posibilidades de salvar el bien jurídico.

Dicho de otra manera, no cabe una conducta completamente inidónea e inadecuada cuya capacidad para salvar el bien sea nula o imposible.

Además, la acción salvadora habrá de poseer animus salvationis, de manera que es exigible que la persona, subjetivamente, tenga como fin la salvación del bien jurídico. Así, habrá que exigir que el sujeto conociera la situación de peligro, así como la necesidad de su acción para salvarlo.

En ningún caso cabe hablar de causa de justificación si el sujeto hubiera actuado desconociendo la situación de necesidad, y movido por fines distintos a los salvadores.

Hay que salvar la ciudad de Mauricio, de Néstor, de Aníbal, del Pelado, de la Gorda, de la Derecha, de la Izquierda, del Credicoop, de Socma, del………. -¿Cómo se llama el barbudo con cara de cachorro?-.

Muchachos, es una elección municipal, la mas importante e influyente del país, pero municipal al fin.

No pidamos definiciones terminantes donde coexisten el Colon y los baches.

Las bici sendas y el Garraham, los semáforos y el tercer banco estatal.

Solo se trata de hacer funcionar las cosas.

Armada Brancaleone o pureza sectaria, no es un dilema, es un error.

Lo importante es que funcione el Estado.

Si crees que Mauri va a hacer como Herminio y trabajar las 24 horas del día y la noche también, votalo.

Si crees que el Pelado va a poder hacer equilibrio entre los sectores internos y externos, votalo.

Si crees que…….., bueno ya sabes de quien hablo, puede ser algo mas que una cara bonita, votalo.

Pero déjenme de joder con el marketing y lo mediático.

Metanse en el barro de una puta vez